jueves, 18 de diciembre de 2014

NO ERES TÚ, SOY YO...



Este es un ensayo de Viktor Frankl, neurólogo, psiquiatra, sobreviviente del holocausto y el fundador de la disciplina; que conocemos hoy como Logoterapia. 

¿Quién te hace sufrir? ¿Quién te rompe el corazón? ¿Quién te lastima? ¿Quién te roba la felicidad o te quita la tranquilidad? ¿Quién controla tu vida?...
¿Tus padres? ¿Tu pareja? ¿Un antiguo amor? ¿Tu suegra? ¿Tu jefe?...

Podrías armar toda una lista de sospechosos o culpables. Probablemente sea lo más fácil. De hecho sólo es cuestión de pensar un poco e ir nombrando a todas aquellas personas que no te han dado lo que te mereces, te han tratado mal o simplemente se han ido de tu vida, dejándote un profundo dolor que hasta el día de hoy no entiendes.
Pero ¿sabes? No necesitas buscar nombres. La respuesta es más sencilla de lo que parece, y es que nadie te hace sufrir, te rompe el corazón, te daña o te quita la paz. Nadie tiene la capacidad al menos que tú le permitas, le abras la puerta y le entregues el control de tu vida.
Llegar a pensar con ese nivel de conciencia puede ser un gran reto, pero no es tan complicado como parece. Se vuelve mucho más sencillo cuando comprendemos que lo que está en juego es nuestra propia felicidad. Y definitivamente el peor lugar para colocarla es en la mente del otro, en sus pensamientos, comentarios o decisiones.
Cada día estoy más convencido de que el hombre sufre no por lo que le pasa, sino por lo que interpreta. Muchas veces sufrimos por tratar de darle respuesta a preguntas que taladran nuestra mente como: ¿Por qué no me llamó? ¿No piensa buscarme? ¿Por qué no me dijo lo que yo quería escuchar? ¿Por qué hizo lo que más me molesta? ¿Por qué se me quedó viendo feo? y muchas otras que por razones de espacio voy a omitir.
No se sufre por la acción de la otra persona, sino por lo que sentimos, pensamos e interpretamos de lo que hizo, por consecuencia directa de haberle dado el control a alguien ajeno a nosotros.
Si lo quisieras ver de forma más gráfica, es como si nos estuviéramos haciendo vudú voluntariamente, clavándonos las agujas cada vez que un tercero hace o deja de hacer algo que nos incomoda. Lo más curioso e injusto del asunto es que la gran mayoría de las personas que nos "lastimaron", siguen sus vidas como si nada hubiera pasado; algunas inclusive ni se llegan a enterar de todo el teatro que estás viviendo en tu mente.
Un claro ejemplo de la enorme dependencia que podemos llegar a tener con otra persona es cuando hace algunos años alguien me dijo:
"Necesito que Enrique me diga que me quiere aunque yo sepa que es mentira. Sólo quiero escucharlo de su boca y que me visite de vez en cuando aunque yo sé que tiene otra familia; te lo prometo que ya con eso puedo ser feliz y me conformo, pero si no lo hace... siento que me muero".
¡Wow! Yo me quedé de a cuatro ¿Realmente ésa será la auténtica felicidad? ¿No será un martirio constante que alguien se la pase decidiendo nuestro estado de ánimo y bienestar? Querer obligar a otra persona a sentir lo que no siente... ¿no será un calvario voluntario para nosotros?
No podemos pasarnos la vida cediendo el poder a alguien más, porque terminamos dependiendo de elecciones de otros, convertidos en marionetas de sus pensamientos y acciones.
Las frases que normalmente se dicen los enamorados como: "Mi amor, me haces tan feliz", "Sin ti me muero", "No puedo pasar la vida sin ti", son completamente irreales y falsas. No porque esté en contra del amor, al contrario, me considero una persona bastante apasionada y romántica, sino porque realmente ninguna otra persona (hasta donde yo tengo entendido) tiene la capacidad de entrar en tu mente, modificar tus procesos bioquímicos y hacerte feliz o hacer que tu corazón deje de latir.
Definitivamente nadie puede decidir por nosotros. Nadie puede obligarnos a sentir o a hacer algo que no queremos, tenemos que vivir en libertad. No podemos estar donde no nos necesiten ni donde no quieran nuestra compañía. No podemos entregar el control de nuestra existencia, para que otros escriban nuestra historia. Tal vez tampoco podamos controlar lo que pasa, pero sí decidir cómo reaccionar e interpretar aquello que nos sucede.
La siguiente vez que pienses que alguien te lastima, te hace sufrir o controla tu vida, recuerda: No es él, no es ella... ERES TÚ quien lo permite y está en tus manos volver a recuperar el control.
"Al hombre se le puede arrebatar todo, salvo una cosa: La última de las libertades humanas-la elección de la actitud personal que debe adoptar frente al destino- para decidir su propio camino".

jueves, 13 de noviembre de 2014

La ciencia afirma que las relaciones duraderas se reducen a 2 cualidades básicas.

La ciencia dice que relaciones duraderas se reducen principalmente a 2 acciones; la amabilidad y la generosidad.   By Josefa De Real
Todos los días en Junio, el mes más popular del año para los matrimonios en el hemisferio norte, cerca de 13.000 parejas estadounidenses van a decir “Si” a comprometerse en una relación para toda la vida que estará llena de amistad, alegría y amor y que los apoyará hasta el día de su muerte.
Aunque por supuesto, para la mayoría de la gente no funciona de esa manera.
La mayoría de los matrimonios fracasan, ya sea que terminan en divorcio, separación o se convierte en una amargura y una especie de disfunción.
Ty Tashiro, psicólogo autor del libro La ciencia del “Y vivieron felices para siempre” que se publicó a principios de este año, afirma que de todas las personas que se casan, sólo tres de cada diez permanecen con un matrimonio feliz y saludable.
Los científicos sociales comenzaron a estudiar los matrimonios por medio de la observación en la década de 1970, en respuesta a la crisis que las parejas casadas se estaban divorciando a ritmos muy rápidos. Preocupados por el impacto que estos divorcios tendrían sobre los hijos de los matrimonios separados, los psicólogos decidieron empezar a estudiar a las parejas, reclutándolas en sus laboratorios para observar y determinar cuáles eran los ingredientes de una relación sana y duradera.
¿Cada familia infeliz, es infeliz a su manera como Tolstoi afirma?, o ¿Será que los matrimonios miserables comparten algo tóxico en común?
El psicólogo John Gottman fue uno de estos investigadores. Durante las últimas cuatro décadas, ha estudiado a miles de parejas para averiguar lo que hace que las relaciones funcionen. Recientemente tuve la oportunidad de entrevistar en la ciudad de Nueva York a Gottman y a su esposa Julie que también es psicóloga. En conjunto, estos expertos y prestigiosos psicólogos en temas de estabilidad marital dirigen el Instituto Gottman, que se dedica a ayudar a las parejas a construir y mantener relaciones amorosas y saludables basándose en estudios científicos.
John Gottman comenzó a recolectar sus descubrimientos más importantes durante el año 1986, cuando creó “El Laboratorio del Amor” con su colega Robert Levenson en la Universidad de Washington. Gottman y Levenson llevaban a recién casados al laboratorio y observaban la interacción entre ellos.
Con un equipo de investigadores, las parejas se engancharon con electrodos y se les pidió hablar acerca de su relación; de la forma en que se conocieron, de un conflicto importante que estuvieran enfrentando, y de un recuerdo positivo que tuvieran en pareja. Mientras hablaban, los electrodos medían el flujo sanguíneo de los sujetos, la frecuencia cardíaca, y cuánto sudor producían. Luego, los investigadores enviaron las parejas a casa y los buscaron seis años más tarde para ver si aún estaban juntos.

A partir de los datos que reunieron, Gottman separó las parejas en dos grandes grupos: “los maestros” y “los desastres”. Los maestros eran aquellos que estaban todavía juntos y felices después de seis años. Los desastres o habían terminado con la relación o se mostraban infelices en sus matrimonios.
Cuando los investigadores analizaron los datos que se reunieron en las parejas, vieron claras diferencias entre los maestros y los desastres. Los desastres parecían estar muy tranquilos durante las entrevistas, pero su fisiología, medida por los electrodos, contaban una historia diferente. Sus ritmos cardíacos eran altos, sus glándulas sudoríparas estaban activas, y su flujo sanguíneo era rápido. Después del análisis de miles de parejas, Gottman encontró que mientras más fisiológicamente activas fueran las parejas en el laboratorio, más rápido sus relaciones se deterioraron con el tiempo.
Pero ¿qué relación tiene la fisiología con este tema? El problema era que los desastres mostraban todos los signos de excitación cuando estaban en modo de pelea o de estabilidad con sus parejas. Tener una conversación sentado al lado de su esposo o esposa era para sus cuerpos, lo mismo que estar frente a frente con un tigre de dientes de sable.
Incluso cuando estaban hablando de las facetas agradables o mundanas de sus relaciones, estaban preparados para atacar y ser atacados. Esto hace que el ritmo cardíaco se eleve y reaccionen de una forma más agresiva hacia los demás. Por ejemplo, cada miembro de la relación podía estar hablando de cómo sus días habían sido, y un marido podría decirle a su esposa: “¿Por qué no empezamos a hablar acerca de tu día? no te llevará mucho tiempo”.
Los maestros, por el contrario, mostraban una baja excitación fisiológica. Se sentían tranquilos y conectados entre sí, lo que se traducía en un comportamiento cálido y cariñoso, incluso cuando peleaban. No es que los maestros tenían de forma predeterminada una mejor fisiología que los desastres; es que los maestros habían creado un clima de confianza e intimidad que hacía que los dos fueran más emocionales y por lo tanto se sintieran físicamente más cómodos.
Gottman quería saber más acerca de cómo los maestros crean una cultura de amor y de intimidad, y cómo los desastres se alejan de esto. En un estudio de seguimiento en el año 1990, diseñaron un laboratorio en el campus de la Universidad de Washington que replicaba una hermosa cama y lugar cómodo como si fuese una casa de retiro.
Invitó a 130 parejas de recién casados para pasar el día en ese lugar y los miraba hacer las cosas que las parejas hacen normalmente en vacaciones: cocinar, limpiar, escuchar música, comer, charlar y pasar el rato. Con este experimento Gottman hizo un descubrimiento fundamental para el estudio, que es clave para entender por qué algunas relaciones prosperan mientras que otras fracasan.
A lo largo del día, las parejas tenían actitudes de conexión del uno con el otro, lo que Gottman llama “ofertas”. Por ejemplo, si el marido era un entusiasta de las aves y se daba cuenta que había un hermoso pájaro volando a través del patio, él le decía a su mujer: “Mira que hermosa ave hay afuera!”. Él aquí no estaba solamente hablando del pájaro: él estaba solicitando una respuesta de su esposa, un signo de interés o de apoyo, con la esperanza de que iban a conectar aunque fuera momentáneamente, al ver el pájaro.
Entonces la mujer tenía una elección. Ella podía responder o positivamente o negativamente, dice Gottman. Aunque la “oferta” sobre aves puede parecer de menor importancia y tonta, en realidad puede revelar mucho sobre la salud de la relación. El marido pensaba que el ave era lo suficientemente importante como para ponerla en la conversación y la pregunta era si su esposa reconocía y respetaba eso.
En el estudio, las personas que respondían a sus parejas de forma positiva, lo hacían mediante la participación, mostrando interés y apoyando el tema. Aquellos que no lo hicieron, los que se alejaron; simplemente no respondían o respondían mínimamente y continuaban haciendo lo que estaban haciendo, como ver la televisión o leer el periódico. A veces hasta respondían con actitudes un poco hostiles como diciendo por ejemplo: “Deja de interrumpirme, estoy leyendo”.
Estas interacciones sobre las ofertas, tuvieron profundos efectos en el bienestar conyugal. Las parejas que se habían divorciado después de un período de seis años de seguimiento tenían reacciones negativas a las ofertas en el 33 por ciento de las veces. Sólo tres de cada diez de sus ofertas mostraban una conexión emocional. Mientras que las parejas que estaban todavía juntos después de seis años tenían actitudes positivas hacia las ofertas el 87 por ciento de las veces. Nueve de cada diez veces, reunían las necesidades emocionales de su pareja.
Mediante la observación de este tipo de interacciones, Gottman puede predecir con hasta un 94 por ciento de certeza si las parejas, heterosexuales o gays, ricas o pobres, sin o con hijos, terminarán, estarán juntos e infelices, o juntos y felices varios años más tarde. Gran parte de esto se reduce a el espíritu que las parejas traen a la relación. ¿Cada uno trae bondad y generosidad; o desprecio, críticas, y hostilidad?
“Hay un hábito en la mente que los maestros tienen”, Gottman ha explicado en una entrevista, “la cual es la siguiente: están escaneando del entorno social, las cosas que pueden apreciar y por las cuales decir gracias. Están construyendo a propósito una cultura de respeto y aprecio. Los desastres están constantemente escaneando del entorno social; los errores de sus parejas”.
“No es sólo la exploración del entorno,” intervino Julie Gottman. “Es la exploración de la pareja si está haciendo lo correcto, respetarlo y expresar un tipo de reconocimiento o aprecio o escanear lo que está haciendo mal y criticar al otro”.
Se ha descubierto que el desprecio, es el factor número uno que identifica a las parejas separadas. Las personas que se centran en criticar a sus parejas pierden el 50 por ciento de las cosas positivas que su pareja está haciendo y ven la negatividad cuando realmente ni existe.
Las personas que le dan a su pareja la espalda, ignorando deliberadamente al otro o respondiendo mínimamente, dañan la relación haciendo que su pareja se sienta sin valor e invisible, como si ellos no estuvieran ahí y no fuesen valorados. Y las personas que tratan a sus compañeros con desprecio y critican, no sólo están matando el amor en la relación, sino que también matan la habilidad de su pareja para luchar con la vida. Ser indiferente es la sentencia de muerte de las relaciones.
La bondad, por otro lado, mantiene juntas a las parejas. La investigación ha demostrado que la bondad (junto con la estabilidad emocional) es el predictor más importante de la satisfacción y la estabilidad en el matrimonio. La bondad hace que cada pareja se sienta atendida, comprendida y valorada, por ende amada. “Mi generosidad es tan ilimitada como el mar”, decía Julieta de Shakespeare. “Mi amor en los más profundo; mientras más me entrego a ti, más tengo, para ambos es algo infinito”. Así es como también funciona la bondad; hay una gran cantidad de evidencia que muestra que mientras uno más recibe o evidencia la bondad, más bondadoso será consigo mismo, lo que conduce a espirales ascendentes de amor y generosidad en una relación.
Hay dos maneras de pensar acerca de la bondad. Puede que pienses en ello como un rasgo fijo: o lo tienes o no lo tienes. O puede que veas la bondad como un músculo. En algunas personas, ese músculo es naturalmente más fuerte que en otras, pero puede crecer y hacerse más fuerte en otros con el ejercicio. Los maestros tienden a pensar en la bondad como un músculo. Ellos saben qué tienen que hacer para mantenerlo en forma, ellos saben, en otras palabras, que una buena relación requiere constantemente de mucho trabajo.
“Si tu pareja expresa una necesidad”, explicó Julie Gottman, “y estás cansado, estresado o distraído, entonces el espíritu generoso se da cuando tu parejas hace una oferta y aún así la apoyas o respondes con interés.”
En ese momento, la respuesta fácil puede ser darle la espalda y centrarte en tu iPad, libro o en la televisión, y murmurar “ajá” y seguir adelante con tu vida, pero dejar de lado los pequeños momentos de conexión emocional desgastará lentamente tu relación. La negligencia crea distancia entre las parejas y crea resentimiento en la persona que está siendo ignorada.
Por supuesto el momento más difícil de practicar la bondad es durante una pelea, pero este es también el momento más importante de ser amable. Dejar que el desprecio y la agresión se salgan de control durante un conflicto puede traducirse en un daño irrevocable en una relación.
“La bondad no significa que no expresemos nuestra ira”, Julie Gottman explicó, “pero la bondad informa cómo elegimos expresar la ira. Puedes tirarle cosas a tu pareja, o más bien, puedes explicarle por qué estás herido y enojado, y finalmente esa es la ruta más amable”.
“Los desastres van a decir las cosas de manera diferente en una pelea. Los desastres dirán “Llegas tarde. ¿Qué sucede contigo? Eres igual que tu madre”. Y los Masters dirán “Me siento mal por meterme contigo acerca de lo tarde que llegas, y yo sé que no es tu culpa, pero es realmente molesto que siempre pase lo mismo””.
Para los cientos de miles de parejas que se casan cada mes de junio, y para las millones de parejas que actualmente están juntos, casados o no, la lección de la investigación es clara; si deseas tener una relación estable y saludable, tienes que empezar a practicar la bondad con frecuencia.
Cuando la gente piensa acerca de cómo practicar la bondad, a menudo se imaginan pequeños actos de generosidad, como la compra de pequeños regalos para el otro, o un pequeño masaje después de un largo día. Si bien esos son grandes ejemplos de la generosidad, la bondad también puede ser incorporada en la columna vertebral de una relación a través de la forma en que las parejas interactúan entre sí con las cosas cotidianas de la vida, sin necesidad de chocolates sorpresas o masajes en la espalda.
Una forma de practicar la bondad es siendo generosos acerca de las intenciones de nuestras parejas. De la investigación de los Gottmans, sabemos que los desastres ven la negatividad en su relación, incluso cuando no existe rastro de ella. Una mujer enojada puede asumir, por ejemplo, que cuando su marido fue al baño y dejó el asiento del inodoro arriba, estaba deliberadamente tratando de molestarla. Pero puede que él simplemente estuviera distraído y se le haya olvidado bajar la tapa.
O por ejemplo una esposa se demora en arreglarse para ir a comer con su marido, y eso ha pasado más de una vez, entonces el esposo asume que ella no lo valora lo suficiente como para demostrárselo y llegar a su cita a tiempo después de que él se tomó la molestia de hacer una reserva y salir temprano del trabajo para que pudieran pasar una noche romántica juntos. Pero resulta que la esposa llegaba tarde porque se detuvo por una tienda a recogerle un regalo para su noche especial.
Imagínatela llegando a la cena, muy contenta por poder entregarle su regalo, y se da cuenta de que él está en un estado de ánimo agrio porque malinterpretó lo que motivaba el comportamiento de ella. La capacidad de interpretar las acciones e intenciones de tu pareja caritativamente puede suavizar el borde afilado de cualquier conflicto.
“En las relaciones donde las personas se sienten frustradas, casi siempre están pasando cosas positivas y la gente está tratando de hacer lo correcto”, dijo el psicólogo Ty Tashiro. “Muchas veces, una pareja está tratando de hacer lo correcto, incluso si se ejecuta mal. AsÍ que es importante apreciar ese tipo de intención “.
Otra poderosa estrategia de bondad gira en torno a la alegría compartida. Uno de los signos reveladores de las parejas desastre estudiadas por Gottman, era la incapacidad de conectarse a través de una buena noticia. Cuando una persona en la relación comparte la buena noticia de, por ejemplo, una promoción en el trabajo con entusiasmo, el otro responderá con el desinterés mediante la comprobación de su reloj o cerrando la conversación con un comentario como, “Eso está bien”.
Todos hemos oído que las parejas deben estar allí el uno para el otro cuando las cosas se ponen difíciles. Pero la investigación muestra que estar allí el uno para el otro cuando las cosas van bien es en realidad más importante para la calidad de la relación. La forma en que alguien responde a las buenas noticias de su pareja puede tener consecuencias dramáticas para la relación.
En un estudio durante el año 2006, el investigador psicológico Shelly Gable y sus colegas llevaron parejas de adultos jóvenes a su laboratorio para discutir los acontecimientos positivos recientes de sus vidas. Ellos querían saber cómo responderían a su pareja ante una buena noticia y encontraron que en general, las parejas respondieron de cuatro maneras diferentes que llamaron; pasiva destructiva, activa destructiva, pasiva constructiva, y activa constructiva.
Digamos que una novia había recibido recientemente la excelente noticia de que había entrado en la escuela de medicina. Ella decía algo así como “Quedé en mi primera elección de la escuela de medicina!”.
Si su compañero respondía de una manera destructiva pasiva, pasaría por alto el evento. Por ejemplo, podría decir algo así como: “¡No creerás la gran noticia que me dieron ayer, he ganado una camiseta gratis!”.
Si su compañero respondía de una manera constructiva pasiva; reconocería las buenas noticias, pero de una manera poco entusiasta y discreta. Una respuesta constructiva pasiva típica es decir “Eso está muy bien, nena”, mientras está mandando mensajes de texto al mismo tiempo.
En el tercer tipo de respuesta, la activa destructiva, la pareja disminuiría la buena noticia que acaba de escuchar, diciendo algo como: “¿Estás segura de que vas a ser capaz con todo ese estudio? ¿Y el costo? ¡La escuela de medicina es muy cara! ”
Por último, está la respuesta activa constructiva. Si su compañero respondía de esta manera, él dejaba de hacer lo que estaba haciendo y comprometido de todo corazón le decía: “¡Eso es genial! ¡Felicitaciones mi amor! ¿Cuándo te enteraste? ¿Ellos te llamaron ¿Qué clases vas a tomar el primer semestre?”.
Entre los cuatro estilos de respuesta, la respuesta activa constructiva es la más amable. Mientras que los otros estilos de respuesta son dañinos, la activa constructiva permite a la pareja saborear su alegría y darle al otro la oportunidad de unirse a través de una buena noticia. En la jerga de los Gottmans, la respuesta activa constructiva es una manera de “interesarse” en la oferta de la pareja (compartir las buenas nuevas) en lugar de “alejarse” de ella.
Responder de manera activa constructiva es crítico para las relaciones sanas. En el estudio del año 2006, Gable y sus colegas le hicieron seguimiento a las parejas dos meses más tarde para ver si aún estaban juntos. Los psicólogos encontraron que la única diferencia entre las parejas que estaban juntos y las que habían terminado eran las respuestas activas constructivas. Los que mostraban interés genuino en las alegrías de su pareja eran más propensos a estar juntos. En un estudio anterior, Gable encontró que la respuesta activa constructiva también se asoció con una mayor calidad de la relación y más intimidad en la pareja.
Hay muchas razones por las que las relaciones fallan, pero si nos fijamos en lo que impulsa el deterioro de muchas de ellas, a menudo es un desglose de la bondad. A medida que las tensiones normales de una vida juntos se acumulan; con los niños, la carrera, los amigos, la familia, y otras distracciones que nos quitan tiempo para el romance y la intimidad, muchas parejas dejan de esforzarse el uno por el otro y dejan que las críticas y la falta de interés los separe.
En la mayoría de los matrimonios, los niveles de satisfacción caen drásticamente en los primeros años juntos. Pero entre las parejas que no sólo perduran, sino que viven juntos y felices durante años y años, el espíritu de bondad y generosidad los guían hacia adelante.

jueves, 30 de enero de 2014

La Lección del Profesor de Economía:

Un profesor de economía dijo que nunca había reprobado a un solo estudiante, hasta que una vez debió reprobar a una clase entera. Esta clase particular había insistido en que el socialismo realmente funciona con un gobierno asistencialista que intermedie sobre la riqueza, entonces nadie

sería pobre y nadie sería rico, todo sería igual y justo. El profesor ento...nces dijo: " Está bien, vamos a hacer un experimento socialista en esta clase. En lugar de dinero, usaré las notas de sus pruebas. Todas las calificaciones se otorgan en base al promedio de la clase, y por lo tanto sería "justo". Todos reciben las mismas notas, lo que significa que, en teoría, nadie va a fallar, así cualquier persona podrá recibir una "A". "
Después de calculada la media de la primera prueba, todos recibieron una "B". Quién había estudiado con dedicación se indignó, pero los estudiantes que no se habían esforzado estaban muy contentos con el resultado. Cuando se tomó la segunda prueba, los perezosos estudiaron aún menos, ya que esperaban obtener buenas calificaciones de todos modos. Aquellos que habían estudiado bastante anteriormente, decidieron que ellos también se aprovecharían de las notas de otros. Como resultado, el promedio de la segunda prueba fue una "D". A nadie le gustó. Después de la tercera prueba, el promedio general fue de una "F". Las notas no volvieron a los niveles más altos, pero los desacuerdos entre los estudiantes, la búsqueda de culpables y malas palabras se convirtieron en parte de la atmósfera de esa clase. La búsqueda de "justicia" de los estudiantes había sido la causa principal de las quejas, el odio y el sentimiento de injusticia pasaron a formar parte de esa clase. Al final, nadie quería estudiar para beneficiar al resto. Por lo tanto, todos los estudiantes repitieron el curso... Para su sorpresa total.
El profesor explicó: " el experimento socialista fracasó porque cuando la recompensa es grande el esfuerzo por el éxito individual es grande. Pero cuando el gobierno quita todos los premios a la hora de tomar las cosas de los demás para dar a los que no lucharon por ellos, entonces nadie va a tratar o querer hacer lo mejor posible. Tan simple como eso. "
1. No se puede llevar a la prosperidad a los más pobre, sólo sacando la prosperidad de los más ricos;
2. Para recibir sin tener que trabajar, una persona tiene que trabajar sin recibir;
3. El gobierno no puede dar nada a nadie que no lo ha tomado de otra persona;
4. Al contrario de lo que se cree, es imposible multiplicar la riqueza, tratando de dividirla;
5. Cuando la mitad de la población cree la idea de que no tienen que trabajar porque la otra mitad de la población va a apoyarla, y cuando la otra mitad cree que no vale la pena trabajar para mantener a la primera mitad, entonces llegamos al principio del fin de una nación.

martes, 12 de marzo de 2013

EL PESO de la ORACION

Una mujer humildemente vestida, con un rostro que reflejaba sufrimiento y derrota, entró a una tienda.
Se acercó al dueño y avergonzada, le preguntó si podía llevarse algunas cosas a fiadas. Con voz suave le explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar; tenían siete niños y necesitaban comida.

El dueño, inflexible, le pidió que abandonara su tienda. Pero ...la mujer pensando en su familia continuó rogándole: ¡Por favor señor! Se lo pagaré tan pronto como pueda. El dueño se excusó diciendo que no podía darle crédito ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.

Cerca del mostrador se encontraba un cliente que escuchó la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer.

El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que él se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia, pero éste no le hizo caso.  Se dirigió a la mujer y le preguntó: ¿Tiene usted una lista de compra? Si señor, respondió ella.
Está bien, ponga su lista en la balanza y lo que pese su lista, se lo daré yo en comestibles.

La mujer titubeó por un momento y cabizbaja, buscó en su cartera un pedazo de papel y escribió en él. Luego temerosa, puso el pedazo de papel en la balanza.

Al hacerlo la balanza bajó de golpe, como si hubiera puesto sobre ella una roca o un pedazo de hierro. Los ojos del dueño y cliente se llenaron de asombro. Tal como había dicho, el dueño comenzó a poner comestibles al otro lado de la balanza, pero ésta no se movía, así que continuó poniendo más y más comestibles, pero como la balanza nunca se igualaba, no aguantó más y agarró el pedazo de papel para ver si había algún truco.

El dueño miró el papel y lo leyó asombrado. No era una lista de compra, era una oración que decía:

"Querido Señor, tú conoces mis necesidades, dejo esta situación en tus manos".

El dueño de la tienda le dio a la mujer todos los comestibles que había reunido y se quedó en silencio, mientras la mujer abandonaba la tienda.

“Solo Dios sabe cuánto pesa una Oración”

miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿Cuánto más podrás vivir?

Para conocer cuánto podrías vivir según los cuidados que prestas a tu salud y el ritmo de vida que llevas, haz este test.  Parte del número 76  y súmale o réstale a esa cifra los números entre paréntesis:
* Si tienes entre 30 y 50 (+2) y si tienes entre 51 y 70 (+4).
* Hombre (-3), mujer (+4).
* Si vives en una zona urbana o población con más de 2 millones de habitantes (-2); si vives en una ciudad de menos de 10.000 habitantes (+2).
* Si uno de tus abuelos cumplió los 85 (+2), si todos tus abuelos cumplieron los 80 (+6).
* Si tu papá o tu mamá murieron a causa de una enfermedad cardiovascular o infarto cerebral antes de los 50 (-4). Si tu hermano, hermana, padre o madre de menos de 50 tiene cáncer, o una enfermedad cardiovascular, o diabetes desde la infancia (-3).
* Si ganas el equivalente a más de 45 mil dólares al año (-2).
* Si terminaste la universidad (+1) o tienes un título de formación profesional (+2).
* Si tienes 65 o más y aún trabajas (+3).
* Si vives con tu esposo/a o novio/a (+5). Si vives solo (-3) y (-3) por cada década que viviste solo desde los 25.
* Si trabajas en una oficina (-3) y si tu trabajo requiere esfuerzo físico (+3).
* Si haces ejercicio con esfuerzo durante 30 minutos 5 veces por semana (+4); de 2 a 3 veces por semana (+2).
* Si duermes más de diez horas al día (-4).
 Si tienes un carácter relajado (+3), fuerte (-3), feliz (+1) o infeliz (-2).
* Si tienes una multa por exceso de velocidad en el último año (-1).
* Si bebes el equivalente a 28 ml de licor al día (-11). Si fumas más de 2 paquetes al día (-6), o entre medio y un paquete diario (-3).
* Si tienes un sobrepeso de 23 kilos o más (-8), 14 a 22 kilos (-4), 4,5 a 13 kilos (-2).
* Si tienes más de 40 años y te hace un chequeo o vas al ginecólogo una vez al año (+2).

El resultado final  indicará un estimativo de la edad hasta la cuál podrías vivir.
El cuestionario fue publicado por la revista Nature y permite determinar la verdadera edad biológica en apenas minutos. 

lunes, 27 de agosto de 2012

DESPEDIDA del PRESIDENTE de la COCA-COLA

El discurso más corto...por Bryan Dyson, ex Presidente de Coca Cola.
Lo dijo al dejar el cargo de Presidente de Coca Cola : ..."Imagina la vida como un juego en el que estás malabareando cinco pelotas en el aire". Estas son: - Tu Trabajo, - Tu Familia, - Tu Salud, - Tus Amigos y - Tu Vida Espiritual, Y tú las mantienes todas éstas en el aire. Pronto te darás cuenta que el Trabajo es como una pelota de goma. Si la dejas caer, rebotará y regresará. Pero las otras cuatro pelotas: Familia, Salud, Amigos y Espíritu son frágiles, como de cristal. Si dejas caer una de estas, irrevocablemente saldrá astillada, marcada, mellada, dañada e incluso rota. Nunca volverá a ser lo mismo. Debes entender esto: apreciar y esforzarte por conseguir y cuidar lo más valioso. Trabaja eficientemente en el horario regular de oficina y deja el trabajo a tiempo. Dale el tiempo requerido a tu familia y a tus amigos. Haz ejercicio, come y descansa adecuadamente. Y sobre todo...crece en vida interior, en lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno. Shakespeare decía:Siempre me siento feliz, ¿sabes por qué? Porque no espero nada de nadie. Esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución. Lo único que no se resuelve es la muerte. La vida es corta, ¡por eso, ámala.! Vive intensamente y recuerda: Antes de hablar... ¡Escucha ! Antes de escribir... ¡ Piensa! Antes de criticar... ¡ Examínate ! Antes de herir... ¡ Siente ! Antes de orar... ¡ Perdona ! Antes de gastar... ¡ Gana ! Antes de rendirte... ¡ Intenta ! ANTES DE MORIR... ¡¡ VIVE !!

miércoles, 9 de mayo de 2012

La felicidad como riqueza de un país

En Bhután, una pequeña y montañosa nación budista del sur de Asia, localizada en la cordillera del Himalaya entre India y China, con unos 2 millones de habitantes, la felicidad es la riqueza que se mide. En efecto, se trata de un país, en donde la riqueza no es medida por las pertenencias o el oro que una persona pueda tener, sino más bien por el grado de felicidad de la misma.



De hecho, en este país, el Producto Interno Bruto (PIB) que se maneja en todos los países de manera internacional, es reemplazado por la Felicidad Nacional Bruta (FNB). Y es que hace varios años, el rey de Bhután, Jigme Singye Wangchuck, comenzó a aplicar esta idea que ya está en funcionamiento, y de la cual han creado una comisión nacional para cuantificar la Felicidad Bruta del País.

Karma Tshiteem, encargado de la Comisión que maneja las estadísticas de la Felicidad de la Nación, dice que la Felicidad Nacional Bruta se medirá en los siguientes factores: bienestar psicológico, salud, educación, buen gobierno, vitalidad de la comunidad y diversidad ecológica; esto, luego de hacer una entrevista a más de mil personas obteniendo resultados en común que avalen su idea.

Ahora bien, los primeros estudios arrojan que casi un 68% de los Bhutaneses no se siente “feliz” teniendo en cuenta los factores anteriores, cosa que denigra las mismas estadísticas.

Para los próximos años se espera que tengan lugar cambios gubernamentales con el fin de potenciar y aumentar la Felicidad Nacional Bruta. No obstante, su política ha dado frutos entre los butaneses, que, pese a su precariedad económica, son, según un estudio de la británica Universidad de Leicester, el octavo pueblo más feliz del mundo por delante de Estados Unidos

Jigme Singye Wangchuck, su cuarto rey convirtió en el 2008 a Bhután en la democracia más joven del mundo. Este rey, educado en el Reino Unido, vive solo en una cabaña modesta. Cuando la gente se ofreció a construirle un castillo dijo que no, que emplearan el dinero y el tiempo en levantar escuelas y hospitales. Es compasivo, sabio, afirma que lo sacrificaría todo por su pueblo. No sólo eso, es también un visionario si se tiene en cuenta que acuñó, hace 35 años, un término que hoy, en este escenario del poscomunismo y del poscapitalismo salvaje, constituye el centro de uno de los debates más interesantes que se están produciendo en el pensamiento económico mundial. Un debate al que se han apuntado premios Nobel como Joseph E. Stiglitz o Amartya Sen y líderes occidentales como Nicolas Sarkozy o Gordon Brown.

El 2 de junio de 1974, en su discurso de coronación, Jigme Singye Wangchuck dijo: “La felicidad interior bruta es mucho más importante que el producto interior bruto“. Tenía 18 años y se convertía, tras la repentina muerte de su padre, en el monarca más joven del mundo.

No fue un mero eslogan. Desde aquel día, la filosofía de la felicidad interior bruta (FIB) ha guiado la política de Bhután y su modelo de desarrollo. La idea es que el modo de medir el progreso no debe basarse estrictamente en el flujo de dinero. El verdadero desarrollo de una sociedad, defienden, tiene lugar cuando los avances en lo material y en lo espiritual se complementan y se refuerzan uno a otro. Cada paso de una sociedad debe valorarse en función no sólo de su rendimiento económico, sino de si conduce o no a la felicidad.

Dos factores pueden explicar que esta especie de tercera vía de desarrollo se haya llevado a la práctica precisamente aquí, en este aislado reino del Himalaya. Por un lado, está su profunda raigambre en la filosofía budista. Y por otro, el proverbial retraso de Bhután en su apertura al mundo. El lama reencarnado Mynak Trulku explica el primer factor: “La felicidad interior bruta se basa en dos principios budistas. Uno es que todas las criaturas vivas persiguen la felicidad. El budismo habla de una felicidad individual. En un plano nacional, corresponde al Gobierno crear un entorno que facilite a los ciudadanos individuales encontrar esa felicidad. El otro es el principio budista del camino intermedio“. Y esto enlaza con el segundo factor, que explica Lyonpo Thinley Gyamtso, ex ministro del Interior y de Educación: “Están los países modernos, y luego está lo que era Bhután hasta los años setenta. Medieval, sin carreteras, sin escuelas, con la religión como única guía. Son dos extremos, y la FIB busca el camino intermedio“.

Lo que medimos afecta a lo que hacemos. Si nuestros indicadores sólo miden cuánto producimos, nuestras acciones tenderán sólo a producir más. Por eso había que convertir la FIB de una filosofía a un sistema métrico. La materia prima es un cuestionario que responderán los ciudadanos bhutaneses cada dos años. La primera encuesta se realizó entre diciembre de 2007 y marzo de 2008. Un total de 950 ciudadanos de todo el país respondieron a un cuestionario con 180 preguntas agrupadas en nueve dimensiones:

1. Bienestar psicológico.
2. Uso del tiempo.
3. Vitalidad de la comunidad.
4. Cultura.
5. Salud.
6. Educación.
7. Diversidad medioambiental.
8. Nivel de vida.
9. Gobierno.

Éstas son algunas preguntas del cuestionario: “Definiría su vida como: a) Muy estresante, b) Algo estresante, c) Nada estresante, d) No lo sé“. “¿Ha perdido mucho sueño por sus preocupaciones?“. “¿Ha percibido cambios en el último año en el diseño arquitectónico de las casas de Bhután?“. “¿En su opinión, cómo de independientes son nuestros tribunales?“. “¿En el último mes, con qué frecuencia socializó con sus vecinos?”. “¿Cuenta usted cuentos tradicionales a sus hijos?“.

Bhután no debe ser (ni lo pretende) un ejemplo para otros Estados. Las peculiaridades del país hacen su experiencia inexportable. Bhután es una de las economías más pequeñas del mundo, basada en la agricultura (a la que se dedica el 80% de la población), la venta de energía hidráulica a la India y el turismo. Y es un país altamente dependiente de la ayuda externa. La tasa de alfabetización es del 59,5%, y la esperanza de vida, 62,2 años.

Probablemente el concepto de FIB les suene a chino a las remotas tribus de pastores nómadas del este, que se visten con pieles de yak, practican una religión animista y ofrecen animales sacrificados a sus dioses en las montañas. Y más aún a los 100.000 ciudadanos de la minoría étnica nepalí que viven en campos de refugiados en Nepal desde principios de los noventa, después de haber sido expulsados de Bhután por el Gobierno.

Pero en 2007 Bhután fue la segunda economía que más rápido creció en el mundo. La educación, gratuita y en inglés, llega hoy a casi todos los rincones del país. En un estudio realizado en 2005, el 45% de los bhutaneses declaró sentirse “muy feliz”, el 52% reportó sentirse feliz”

y sólo el 3% dijo no ser feliz. En el Mapamundi de la Felicidad, una investigación dirigida por el profesor Adrian White en la Universidad de Leicester (Reino Unido) en 2006, Bhután resultó ser el octavo más feliz de los 178 países estudiados (por detrás de Dinamarca, Suiza, Austria, Islandia, Bahamas, Finlandia y Suecia). Y era el único entre los 10 primeros con un PIB per cápita muy bajo (5.312 dólares en 2008, seis veces menor que el español).

Y así hasta que el país sea autosuficiente y deje de depender de la ayuda externa. “Hacemos un buen uso de las ayudas. Apenas hay corrupción, y a los donantes les gusta asociarse a la idea de la FIB. Pero habrá un momento en que la ONU considere que podemos valernos por nosotros mismos“, explica el ex ministro Lyonpo Thinley Gyamtso. “Somos un país pequeño y queremos hacer las cosas así. No queremos enseñar nada al mundo. Hacemos lo que creemos que es mejor para nosotros. Y si el mundo cree que hay algo que aprender, son más que bienvenidos”.